En el futuro podría haber masajeadores orgánicos que alivien tu espalda de una manera
inquietante, bio robots para tener sexo y mantener conversaciones interesantes
sin interferencias emocionales, biorobots emocionales que generen nuevos
problemas emocionales y judiciales, mundos virtuales muy reales de los cuales
muchos no querrán salir más que para cumplir con sus diversas necesidades
orgánicas. Lugares solitarios para los solitarios, lugares concurridos para los
sociables, puntos de encuentro, reinos privados con sus propias reglas etc.
Podría haber animales quiméricos para diversión de los humanos; pegasos, grifos,
leones alados y también animales olvidados que vuelven a la vida y cuya
referencia más obvia son los dinosaurios. En el futuro los viejos podrían
inspirar mucho respeto enfundados en sus exoesqueletos de fuerza descomunal.
Eso siempre y cuando existan los viejos porque quizás la ciencia elimine la
vejez, o esta sea una triste realidad
que solo padezca quien no puede pagarse la eterna juventud. Angustia pensar que los ricos lleguen a ser
casi eternos, siempre jóvenes y bellos
los pobres viejos y apestados. Inquieta pensar que la gente podría
diseñar a sus hijos a su gusto. Pero inquieta porque uno es un hombre del
pasado, así como inquietaría a un antiguo la facilidad con la que un hombre
puede adquirir apariencia de mujer en los quirófanos de nuestros días.
Quizás en el futuro haya que
defender con ahínco la privacidad de la mente como último reducto de la
libertad. Quizás la gente viva cercada por hackers y gobiernos intentando
permanentemente piratear sus cabezas en
forma directa. Si es así la propaganda caerá en desuso como método rudimentario
de control.
En un futuro indeterminado y
mucho más alentador, el mundo espiritual
podría caer en el olvido como último reducto de creencias primitivas e irracionales.
El mundo espiritual podría tener el mismo rango que las historias de hadas y
castillos tienen en nuestros días. Y con suerte nadie tendrá mucha idea de que
cosa es exactamente una religión. Ojalá la humanidad opte algún día por la
razón. El placer, el bienestar, el conocimiento y la expansión universal de la
especie serían los sencillos objetivos de los humanos. Pero quizás todo ello
sea excesivamente optimista.
Quizás nosotros no logremos
nunca llegar a la razón y lo hagan nuestros sucesores, los robots sin
contaminación biológica, después de varias generaciones de reproducción y ya
alejados de la influencia humana. Pero es imposible imaginar cuáles serán sus
motivaciones y sus objetivos.
Quizás una asteroide, una
supernova o un supervolcán acabe para siempre con cualquier posible utopía o
distopía y la pequeña anécdota humana entre rápido en el amplio palacio del olvido,
que seguramente alberga la mayor parte de todo lo que ha existido.
1 comentario:
my interesante la propesta en gra...se aguardan otras opciones...
Publicar un comentario